Qué hacer en Río de Janeiro

Las mejores cosas que hacer en Río de Janeiro

Difícil de decidir qué hacer en Río de Janeiro, mientras existen tantas posibilidades.

Una vez conocí a una francesa quien vino a Río de Janeiro para quedarse solamente 2 semanas de vacaciones pero en realidad, las dichas “vacaciones” se habían extendidas a 5 años el día de nuestro encuentro. Ella entonces me dijo que, aunque había viajado por varios lugares del mundo, era raro encontrar playas, montañas y bosques en una misma ciudad, razón por la cual se enamoró de Río y se quedó por un tiempo indefinido. Así fue como percibí cuánto somos privilegiados de estar en la Ciudad Maravillosa.

Para ayudarles con esta misión, reuní algunos paseos que considero imperdibles por aquí incluido informaciones útiles como tiempo de desplazamiento y principales atractivos.

Qué hacer en Río de janeiro si usted tiene poco tiempo?

Si usted sueña con conocer los principales atractivos turísticos de la Ciudad Maravillosa pero dispone de poco tiempo, considero esencial contratar los servicios de una agencia especializada. De esta forma, usted contará con un vehículo para desplazarse y con un guía profesional para saber todas las informaciones y curiosidades de la ciudad. Nattrip ofrece un itinerario a través del Tour Un Día En Río donde visitará la estatua del Cristo Redentor, el Pão de Açúcar, la Catedral de San Sebastián, el Maracanã (visita externa), el sambódromo y las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon. El tour tiene una duración aproximada de 9 horas y incluye, además de las entradas, un delicioso almuerzo en una churrascaria (restaurante típico de Brasil, donde se puede comer varios tipos de carne).

Qué hacer en Río de Janeiro para los amantes de história:

El Centro Histórico de Río es una verdadera mina de oro para quien le encanta la história ya que muchos edificios todavía preservan características del período colonial en Brasil.

Se puede recorrer los alrededores de la Praça XV y disfrutar de los detalles arquitectónicos del Palacio Imperial (primera residencia de la família real portuguesa en Brasil) y do Chafariz Colonial (Fuente Colonial) o Chafariz da Pirâmide (Fuente de la pirámide) del mestre Valentim, que tenía la función de suministrar agua a los barcos que anclaban cerca del muelle de la Praça XV. Esta región también cuenta con otros puntos importantes como el Arco do Teles, la Travessa do Comércio, la Rua do Ouvidor (Calle do Ouvidor), Rua Primeiro de Março (antígua Rua Direita), la Iglesia Nuestra Señora del Monte del Carmen (antigua Sé) y la Iglesia de la Orden 3ª del Carmen. El Tour Centro Histórico consiste en una linda caminata entre calles, edifícios y iglesias históricas y lleva cerca de 4 horas.

Otro paseo interesante y poco conocido es la visita a Ilha Fiscal (Isla Fiscal). Con salidas desde el Centro Cultural de la Marina y en la Praça XV, se trata de una reformada construcción del siglo XIX que servía de base para los funcionarios de la aduana y que se hizo famosa por albergar el último baile del imperio (en el 9 de noviembre de 1889). Entre las curiosidades a observar en ese paseo, me gustaría destacar el Escudo encima del portal de entrada (el mayor escudo producido en el imperio, diseñado por Jean-Baptist Debret), los vitrales traídos de Inglaterra y el balcón del segundo piso (ambiente favorito de Don Pedro II).
Para quien está interesado en el paseo, los ingresos cuestan R$30 (tarifa complata) y R$15 (reducida). Salidas de jueves a domingo en tres horarios: 12h30, 14h, 15h30 (el embarque ocurre 20 minutos antes).

Si después del circuito, usted todavía tiene tiempo para pasear y desea continuar la inmersión histórica, sugiero una visita a los principales fuertes de la ciudad. Para los que están alojados en la Zona Sul de Río, el acceso al Forte de Copacabana y al Forte do Leme (Forte Duque de Caxias) es muy fácil y los ingresos cuestan entre R$4 y R$6.

Qué hacer en Río de Janeiro para los amantes de la naturaleza:

Para quien prefiera conocer la naturaleza, por su topografía particular, Río ofrece innumerables opciones de caminatas leves y senderos más difíciles, que proporcionan un contacto más intenso con la flora y la fauna locales y ofrecen vistas asombrosas de la ciudad.

Para quien los principiantes, recomiendo el Sendero Morro da Urca, con 227 metros de altura y acceso al famoso Bondinho del Pan de Azúcar. Después de una caminata ligera de 40 minutos, usted podrá disfrutar de un hermoso atardecer con vistas al Cristo y varios otros postales de la ciudad.

Entre los paseos moderados, los más populares son el Sendero Piedra Bonita, que ofrece una de las más bellas vistas de la ciudad y, además de ser mi sendero favorito, aún cuenta con la única rampa de vuelo libre de la ciudad. También recomiendo el Sendero Piedra del Telégrafo, que se ha hecho famoso por causa de una foto creando un efecto visual impresionante. Por fin, recomiendo los diversos Senderos del Bosque de la Tijuca, donde se puede hacer caminatas más relajantes y baño en cascadas como las Cataratas de Horto o más bien conquistar el Pico más alto de la Floresta de Tijuca (Pico da Tijuca), a los 1021 metros de altitud, entre varias outras actividades.

Para los aventureros más experimentados, vale subir la Piedra de Gávea con sus 842 metros y su desafiadora Carrasqueira (un paredón de piedra de 30 metros de altura que se escala). Tampoco se puede perder el Circuito de las Playas Salvajes de Guaratiba que, como el nombre sugiere, le permite conocer un lugar casi intacto de Río de Janeiro.

En último lugar, el gran peligro de todas esas actividades es enamorarse aún más por nuestra historia, sendas, cascadas o playas y, así como mi amiga francesa, nunca más querer marcharse. Espero que haya disfrutado de estos consejos. Clic aquí para conocer más opciones de paseos!